El gobierno federal mexicano, encabezado por el fascista Enrique Peña Nieto, ha dado rienda suelta a los más oscuros sentimientos de racismo y odio chovinista hacia nuestros hermanos y hermanas de Centro y Sudamérica, al implementar su llamado "Programa Frontera Sur", que en esencia no es otra cosa que la criminalización del tránsito de cientos de miles de proletarios de dichos países hacia los Estados Unidos de América, mismos que al igual que nuestros paisanos, van en busca del efímero "sueño americano" tras la crisis económica, alimentaria, política, social, de seguridad, y de derechos humanos que viven los países del continente, precisamente a causa de la injerencia del imperialismo norteamericano que les exprime, explota y saquea.
Este "Programa Frontera Sur" es la síntesis de la política bilateral de México con los Estados Unidos, dado que los gobiernos neoliberales que han desmantelado la soberanía nacional, entregando nuestras riquezas e independencia en charola de planta al imperialismo norteamericano, se han convertido en los perros guardianes de los gringos, para salvaguardar "su seguridad nacional" a costa de la nuestra y sobre todo, a costa de endurecer y fascistizar las leyes de nuestro país en contra de nuestros hermanos y hermanas de América Latina y el Caribe.
Hoy, el padre Alejandro Solalinde, representante de la Casa Albergue "Hermanos en el Camino" de Ciudad Ixtepec, en el Istmo Rebelde, ha organizado una vez más un viacrucis (como él le llama) de migrantes, con la finalidad de recorrer la entidad y llegar a la Ciudad de México, hasta las instalaciones de la Secretaria de Gobernación y el Instituto Nacional de Migración (dependiente suyo) para exigir el respeto a los derechos humanos que tienen las y los trabajadores migrantes de Centro y Sudamérica, tal como lo establece la Constitución de la República en sus artículos 1° y 11°, y sobre todo, para exigir el esclarecimiento de los crímenes de lesa humanidad cometidos contra migrantes durante su tránsito y/o estadía en México; como lo son la persecución, la esclavitud, la trata de personas, el asesinato por motivos de origen étnico y/o nacional, y las desapariciones forzadas de cientos de ellos.
De esta forma, la marcha de los trabajadores migrantes de tránsito por México, por la defensa de sus derechos humanos y por la justicia, se inscribe en la agenda nacional de lucha contra este gobierno fascista que criminaliza, persigue, encarcela, desaparece y extermina a opositores políticos, avasalla pueblos originarios y migrantes y militariza el país y su economía, instalando retenes policíaco-militares por todas partes, soltando a la soldadezca y sus aparatos represivos para atemorizar a la población, creando grupos especiales de combate contra el pueblo y contra insurgente como la "gendarmería nacional" y ahora también, comprando equipo y arsenal bélico a sus amos los gringos para hacer mejor su trabajo servil hacia el imperialismo.
Como era de esperarse, el gobierno del fascista Enrique Peña Nieto responde con más policías y más retenes, los cuales esperan detener a las y los migrantes, deportarlos hacia sus países de origen (donde también gobiernan regímenes similares a este) y reprimir a los activistas nacionales que apoyan esta causa humanista como el padre Alejandro Solalinde, quién sigue recibiendo amenazas anónimas y directas de personajes al servicio de Ardelio Vargas Fosado, Comisionado del Instituo Nacional de Migración y fiel personero de Peña.
Al menos hasta hoy, cuatro retenes perfectamente equipados y fuertemente armados esperan la llegada de los migrantes en distintos puntos de la región del Istmo, y la situación se torna cada vez más tensa para la seguridad de los trabajadores centro americanos que van de tránsito por la República Mexicana.
La indignación se agudiza cuando estos mismos cuerpos castrences, en lugar de investigar y detener a quienes han cometido los crímenes de lesa humanidad contra los migrantes y los mexicanos (como en el caso de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa que fueron detenidos desparecidos los días 26 y 27 de Septiembre de 2014) son los principales promotores y operadores de la violencia contra los pueblos de México y América Latina, convirténdose de facto en grupos inquisitivos o fuerzas de ocupación dentro del propio territorio nacional, con prácticas medievales hacia la población nacional y métodos racistas hacia otros pueblos.
Esto, que resulta sintomático dentro de la crisis actual que atraviesa México, pensamos que debiera tener una respuesta ejemplar por parte de los trabajadores y los pueblos de México, por lo cual hacemos un amplio llamado al movimiento popular y sindical en su conjunto, para que estemos pendientes del apoyo que pueda requerir el "Viacrucis Migrante" y en su momento, accionemos de manera contundente y unificada en caso de que sea desatada la represión contra ellos y contra los activistas mexicanos que participan en dicha movilización de dignidad y conciencia.
Como trabajadores oaxaqueños y sindicalistas, aglutinados en la INTERSINDICAL DE OAXACA, reivindicamos el internacionalismo proletario y la solidaridad de clase, puesto que los pobres no tenemos patria, y el capital mismo se ha encargado de eliminar las fronteras para el tránsito de mercancias. Sostenemos en esa tesitura que las mercancías y riquezas transitan libremente por el mundo, entonces ¡NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL!
Hacemos responsable a los gobiernos federal, estatales y municipales de cualquier agresión contra nuestros camaradas trabajadores de otros países que van de tránsito por México e insistimos en la necesidad de trabajar de manera unitaria y decidida como pueblo organizado para echar abajo este gobierno fascista mediante la acción revolucionaria de las masas populares, impulsando el Boicot al proceso electoral del 2015, desatando la Huelga Política General y preparándonos para tomar el poder bajo los métodos que resulten necesarios.
¡Solidaridad total con los trabajadores migrantes y su marcha por México!
¡Los pobre no tenemos patria, pero lucharemos por construir el socialismo en cada país!
¡Fuera Ardelio Vargas Fosado!
¡La emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos!
INTERSINDICAL DE OAXACA
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